Alienación Parental, Fenómeno Social Globalizado
Parte III.
“Piensa”, el derecho se aprende estudiando, pero se ejerce pensando…
decálogo de Eduardo Juan Couture
Y, hablando de Alienación Parental, es uno de los mandatos que destaca sobre cualquier otro.
Como defensora de Derechos Humanos de niñas, niños y adolescentes, es obligado hacer investigación en un tema controvertido, con un impacto de globalización como pocos y en el que destacan:
- ausencia de valores universales
- objetivación de las personas
- crisis sociales y económicas muy profundas
- y confusión de roles tanto en hombres, como en mujeres…
Con paternidades y maternidades que se ejercen con nuevos roles para ellos nuevas masculinidades, para ellas un apremiante equilibrio y manejo entre el hogar y lo laboral. Ambos deseosos de acabar con un patriarcado que hoy ha exacerbado lo peor en ambos seres humanos.
A mi juicio el destinar a una persona a cuidar de otros a raja tabla, es tan cruel como impedir que otra persona, pueda expresar sus emociones más sensibles como la ternura y el llanto. La realidad es que en el siglo XXI, las estructuras están rebasadas y la crisis provocada por la pandemia del Covid-19, vino a darnos lecciones, no solamente del abandono de muchas áreas en las economías mundiales, sino ha mostrado la ineficiencia del Poder Judicial mundial.
Hoy es importante mencionar que los dos marcos esenciales en materia de salud y en el ámbito jurídico que abrirán camino a la Alienación Parental en México, son:
La determinación de la Organización Mundial de la Salud en Agosto de 2018, mediante la cual se aceptó la Alienación Parental, en la CIE 11 , mediante la cual se abren caminos a los legisladores.
Es importante saber que en defensa de derechos de niñas, niños y adolescentes hay un Marco Jurídico a nivel mundial y nacional muy amplio, conformado por Tratados Internacionales, como
- La Convención de los Derechos del Niño
- Decálogo de los Derechos de los niños y las niñas de UNICEF
- Reglas Mínimas de las Naciones Unidas para la Administración de Justicia de Menores de Beijing
por nombrar algunos, que son grandes bases para los organismos afiliados a la Organización de las Naciones Unidas como nuestro caso.
A nivel nacional, la Constitución, mediante la cual destaca la incorporación en materia de Derechos Humanos, derecho a la no discriminación y el Interés Superior de la Infancia, por otra parte la Ley General de Niñas, Niños y Adolescentes, sumar también criterios de la corte, tesis aisladas o jurisprudenciales, la doctrina, todo esto sirve de herramientas de interpretación.
El secreto está pues, en el ejercicio de pensar en la aplicación a los asuntos que se tienen en las manos y en los que están involucrados niñas, niños y adolescentes en donde entran en juego un sin número de variables, de factores y de interpretaciones. Estos documentos marcan directrices, las partes presentan pruebas y la última palabra la tiene el Juez o la Jueza. El trabajo de la abogacía se vuelve fundamental pues será importante persuadir al órgano constitucional de que se respeten los derechos de infancia y adolescencia y de que se juzgue con “Perspectiva de Infancia”.
También los medios de Comunicación hoy marcan una directriz en dar a conocer a las poblaciones los marcos reguladores de infancia y adolescencia.
La Alienación Parental, de seguir creciendo, cientos de menores seguirán siendo víctimas que sufren y pagan la mutilación involuntaria e inducida, de su padre o su madre y del cincuenta por ciento de su historia de familia y de vida, por un adulto hombre o mujer cercano.
Concluyo diciendo que para mí la Alienación Parental, no distingue genero, es una conducta de odio, de discriminación y de hacerse justicia por propia mano, conductas reguladas y penadas no solamente en el derecho mexicano sino en el internacional, violatorias a toda luz de los derechos de infancia y adolescencia.
Pensar es una capacidad del ser humano fuente de toda bendición y gloria, como de toda perdición. Nuestro compromiso como humanidad es generar conductas constructivas que le ayuden a las nuevas generaciones a dar lo mejor de sí, a descubrir y potenciar sus aptitudes, a vivir en libertad una vida plena y alegre
Y nadie, distanciado por fuerza de su padre o madre puede serlo, el derecho de convivencia es de las niñas, niños y adolescentes, no es nuestro.
Mtra. Rocío Medrano
Especialista en Derecho Familiar
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