Carta dedicada a mi ex pareja en un último intento por rescatar la relación con mis hijas cuando todo lo demás falló.
Liliana
Alvaro Castillo y sus dos hijas
Hace varios años de la separación familiar y de los procesos legales que involucran a nuestras hijas. No fuimos capaces de llegar a un acuerdo. A lo largo de este tiempo expusimos ante las autoridades nuestros argumentos, y desafortunadamente expusimos también a nuestras hijas, en un proceso adversarial que poco ayuda a establecer puentes familiares o los destruye.
Todo este absurdo e injustificado proceso legal ha sido desgastante en todos los sentidos. En este proceso han estado contigo, impidiendo que participe en sus vidas y contar con un padre que las ama.
Aun así, te reconozco lo mucho que has dado de ti en su crianza y desarrollo, independientemente de los aspectos que han incidido negativamente en sus vidas. Además de reconocerte como una persona capaz de lograr lo que para bien se propone, también siento la necesidad de agradecerte que hayas sido parte fundamental en mi transformación.
Ahora es tiempo de un mejor futuro para nuestras hijas. No les quitemos esa oportunidad, dátela a tí misma. A pesar de la difícil situación que vivimos, y que bien puede verse como una oportunidad, tienen la posibilidad de un futuro prometedor.
Dejemos atrás el pasado, sin reclamos, sin emociones negativas. No dejemos que se endurezca nuestro corazón. Cada uno de nosotros tiene el control de su propia vida, a través de lo que hagamos o dejemos de hacer, nos podemos condenar o nos podemos salvar. Es mejor tener armonía en lugar de tener la razón. Me hago responsable de lo que haya hecho mal en nuestra relación, de lo que no puse o dejé de poner y por ello te pido perdón. Perdonemos lo que haya que perdonar, entre nosotros y uno mismo, concentrémonos en el presente y en su proyección al futuro.
durante la primera manifestación en abril 2018
De persistir en la mente de nuestras hijas los malos pensamientos que injustificada e irracionalmente tienen introyectados de mi, les continuará afectando su sano desarrollo en todos los aspectos, no solo en el psicológico pues éste se refleja también en el aspecto físico. Todo lo programado se puede desprogramar sin manipular, se puede reescribir la historia para bien, y tratándose de nuestras hijas tú como madre y yo como padre tenemos un papel fundamental en este proceso. Espero que logremos comprender esto sin hacernos equivocados. Ellas tienen derecho a ser felices, como tú y como yo. Podemos serlo, intentemos serlo sin dependencias, sin interferencias.
No me mueve ninguna intención de venganza, tampoco la soberbia o el egoísmo. Sé que eres una parte muy importante en la vida de nuestras hijas, no busco que dejes de estar presente en sus vidas. Pretendo sanar nuestra relación de familia, aunque de forma separada seguimos siendo familia. Recuerdo que ante el altar nos dijeron: lo que Dios une, el hombre no lo separe, solo la muerte nos separará. Aunque estemos separados y cada quien haga su vida independiente, un vínculo indestructible nos une: los frutos de nuestro amor. Reflexionemos, no nos sigamos complicando la existencia con este tema, transformemos la forma de relacionarnos, con armonía, hagámoslo por ellas principalmente y también por nosotros.
Espero mover a la reflexión, y que podamos entablar una comunicación personal para profundizar en nuestro entendimiento.
Sinceramente,
Álvaro Castillo
Padre de familia afectado
#1000Pelotasparati